Presentación al Presidente Electo de México, Enrique Peña Nieto, del Documento “México: Políticas para un Desarrollo Incluyente”.
Palabras de Angel Gurría, Secretario General de la OCDE
11 de septiembre de 2012, México DF, México
(Texto preparado para la entrega)
"Señor Presidente Electo, Señores Miembros del Equipo de Transición, Señoras y Señores:
Antes que nada, deseo felicitar al Lic. Enrique Peña Nieto y a todo su equipo de campaña por su triunfo en las elecciones presidenciales más concurridas y observadas de la historia del paí
Quiero también felicitar al Instituto Federal Electoral, al Tribunal Federal Electoral, y a todos los ciudadanos que participaron en estas elecciones, tanto en las casillas como con su voto. Una vez más, el país ha confirmado su vocación democrática. Una vez más, se respetó la voluntad popular.
Las campañas político-electorales subrayan las diferencias. Hoy es momento de enfocarse en las coincidencias. En campaña se denuncian, se descalifican y se descartan las propuestas divergentes. Hoy es momento de buscar las convergencias, de identificar e incorporar las mejores propuestas a un solo proyecto común. En campaña se crean realidades virtuales, mundos ideales en que todo encaja. Pero cada candidato crea el suyo propio y ante el electorado parecen irreconciliables entre sí. Hoy es momento de reconocer que la realidad es más necia, más compleja, que no hay mundos ideales, y que en la construcción del mejor mundo posible hay espacio para todos, todos tienen un papel que jugar y todos se beneficiarán de los resultados.
Angel Gurría, 11 de septiembre de 2012, México D
Ahora es el momento de pensar en México. Es el momento de la construcción. Es el momento de cerrar filas alrededor del Presidente Electo y su proyecto de gobierno, por el bien de todos los mexicanos; como lo destacó el propio Presidente de la República hace pocos días.
Por eso estamos aquí. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), ha sido un aliado estratégico de México durante los pasados 18 años.
Desde hace seis años, en que yo ocupo el cargo de Secretario General de la OCDE, hemos acelerado, ampliado y profundizado nuestra cooperación. No solamente por que México es mi país y porque lo conozco bien, sino sobre todo porque México es el país de menor desarrollo relativo y con las mayores desigualdades de la OCDE, y por lo tanto tiene mayor urgencia de alcanzar a los otros países de la Organización.
Hoy estamos aquí reunidos para dar inicio a una nueva fase en esta relación entre México y la OCDE. Con la firma de esta Declaración de Intenciones, queremos iniciar una colaboración más cercana y más efectiva, una nueva asociación estratégica. Tanto el Presidente Electo Peña como yo, estamos convencidos de que la cooperación entre México y la OCDE tiene un potencial enorme.
Estamos seguros de que México se encuentra frente a una oportunidad histórica para dar un salto cualitativo al desarrollo. Y sabemos que el apoyo de la OCDE, con sus 51 años de experiencia de gobierno, puede jugar un papel decisivo en el diseño, promoción y puesta en práctica de los cambios y las políticas que el país necesita.
Como primer paso en esta nueva fase de colaboración, hemos elaborado un diagnóstico de los principales retos que enfrenta México y de las políticas más eficaces para abordar dichos retos. El resultado de este esfuerzo, que movilizó durante varios meses a todas las áreas de nuestra Organización, es el presente documento México:Mejores Políticas para un desarrollo Incluyente, que entrego en este momento al Presidente Electo.
Este es un ejercicio que hacemos no sólo con México, sino con los países que requieren de nuestra ayuda para impulsar reformas importantes, en particular en momentos de transición. Por ejemplo, con Italia, en donde el Primer Ministro Monti nos pidió que ayudásemos al diseño y evaluación de sus reformas; con Japón, donde apoyamos al Primer Ministro Noda para la aprobación de la reforma fiscal; con Francia, en dónde el Presidente Hollande nos ha pedido que apoyemos las acciones para incrementar la competitividad; o con Eslovenia, en donde estamos trabajando en el diseño de las reformas en materia laboral, de pensiones, de banca y de empresas públicas.
Compartir con los líderes de cada país las mejores prácticas en los temas cruciales es parte fundamental de nuestra misión. Es una función que ha cobrado un valor añadido en este momento en el que los gobiernos enfrentan desafíos complejísimos y en el que muchas de las soluciones a dichos desafíos requieren tanto de un análisis técnico riguroso como de mayor cooperación multilateral. Por ello la OCDE también brinda este tipo de apoyo el contexto del G20.
Nos sentimos muy honrados de poder trabajar con el nuevo gobierno de México desde esta etapa de transición. Nos entusiasma y nos honra que el Presidente Electo, reconozca el valor y la utilidad de la OCDE y que nos haya solicitado este apoyo, depositando su confianza en nuestra Organización. Ello representa para nosotros una gran responsabilidad que asumiremos con el mayor compromiso.
El documento que hoy les estamos entregando es el preludio de un estudio más detallado que realizaremos en los próximos meses sobre los temas que el Presidente Electo y su Equipo de Transición señalen como áreas prioritarias. Dicho documento ¾ parte de la serie Getting it Right ¾ será entregado al gobierno entrante al inicio de sus funciones y servirá de base para la celebración de un Foro de debate entre expertos nacionales y de otros países e instituciones, miembros del nuevo gobierno y representantes empresariales, sindicales, de la sociedad civil, académicos y de estados y municipios, que tendrá lugar en enero de 2013 en la Ciudad de México.
La idea es que este Foro, que estamos organizando con otras organizaciones internacionales, contribuya a enriquecer el debate sobre la agenda de reformas del nuevo gobierno y sirva de insumo para el diseño del Plan Nacional de Desarrollo (PND) y del Programa Nacional de Financiamiento al Desarrollo (PRONAFIDE).
¿De qué temas estamos hablando en esa agenda de reformas? En la OCDE nuestra apuesta es que si avanzamos en tres ejes paralelos: las reformas estructurales, la política social y el crecimiento verde, México puede lograr un crecimiento más fuerte, más limpio y más justo.
El papel de la OCDE es identificar, analizar y cuantificar los rezagos y desafíos de los países y el grado de efectividad de sus políticas públicas, calibrar sus avances, presentar las mejores prácticas y ayudarles a diseñar, promover e implementar reformas. Por ello nos congratulamos que el próximo gobierno de México reconozca, aún desde antes de tomar posesión, esta urgente necesidad de cambios en el país y que se apoye en la OCDE para impulsarlos.
La nueva administración recibirá una economía creciendo al 3.5% y relativamente estable, con un déficit modesto y a la baja, una deuda pública total manejable, un sistema financiero bien capitalizado, regulado y supervisado, con flujos importantes de IED y una inflación bajo control. La tasa de desempleo, si bien ha crecido en los últimos años, sigue siendo una de las más bajas de la OCDE.
Sin embargo, esta estabilidad macroeconómica no es suficiente para lograr un desarrollo sostenido e incluyente. Ya hace rato que gozamos de estabilidad macroeconómica pero México sigue teniendo más de 50 millones de pobres y las desigualdades más grandes entre los países de la OCDE. Nuestro sistema fiscal y de seguridad social no son suficientemente robustos como para compensar estos desequilibrios.
Esto tiene que cambiar. México tiene con qué y puede convertirse en un país más equilibrado, más incluyente, más exitoso. Nuestro país tiene muchas fortalezas que debe aprovechar para liberar el crecimiento: además de la solidez macroeconómica, tenemos abundantes recursos naturales, una población joven y dinámica, un alto grado de apertura comercial, y la ventaja de compartir una extensa frontera con la mayor economía del mundo.
No obstante, aún persisten importantes cuellos de botella que nos impiden aprovechar al máximo estos grandes activos y elevar nuestra productividad. La baja productividad se ha convertido en una de las principales causas de la brecha de ingresos entre México y los países de la OCDE. Si bien la productividad laboral se ha incrementado desde la mitad de la década de los 90s, su crecimiento ha sido de alrededor de la mitad del promedio de la OCDE. Más grave aún, la productividad multifactorial ha sido negativa en los últimos años. Así no podemos aspirar a emparejarnos con los países más desarrollados, ni siquiera a competir con los otros emergentes.
A México le urge incrementar su productividad y su competitividad. Esto requiere de acuerdos políticos de gran alcance que pongan fin a la influencia de los poderes fácticos y que permitan que las reformas no sólo se negocien y se legislen, sino que además, nos aseguremos de que rindan los frutos previstos.
Como se menciona en este documento, a México le urge construir un sistema fiscal moderno, ágil y redistributivo; una red de protección social robusta y funcional; un sistema educativo de vanguardia; un proceso presupuestario enfocado en los resultados de largo plazo; un estado de derecho eficaz y confiable; una nueva ley laboral, moderna e incluyente; un conjunto de reglamentos e incentivos que promuevan la competencia; un sistema nacional de innovación que estimule el crecimiento por la vía del conocimiento; una estrategia de crecimiento verde; un plan energético con una visión intergeneracional; un sistema de salud sostenible y de calidad; y mejores instrumentos para medir el bienestar de los mexicanos.
Estos son algunos de los retos que debemos abordar urgentemente para poder iniciar un sprint de convergencia hacia los estándares de vida de los países más avanzados. Y ello requiere de reformas de fondo.
La reciente presentación de la iniciativa de reforma laboral por parte del Ejecutivo es una muy buena noticia. Nos gustaría pensar que contará con el apoyo del Presidente Electo y los legisladores de todos los partidos. En la OCDE hemos seguido de cerca la evolución de esta reforma y sabemos que su aprobación no sólo equipará a México con un marco laboral moderno que le permitirá generar más y mejores empleos, sino que también inyectará confianza en el futuro del país; será una señal, un lenguaje, un mensaje fuerte y claro del nuevo rumbo de México.
Ello por supuesto siempre y cuando se mantengan “los dientes” y la calidad de la legislación resultante.
Señor Presidente Electo, Señoras y Señores:
Nuestro querido México es un país de paradojas. Los mexicanos somos los que más tiempo dedicamos al trabajo entre los países de la OCDE, pero tenemos la productividad más baja. Somos el país de la OCDE que más recursos respecto al PIB dedica a la educación y tenemos el peor desempeño escolar. Tenemos los programas de combate a la pobreza más eficaces y respetados pero tenemos más de 50 millones de pobres.
Llegó la hora de salir de la mediocridad de la media tabla. México puede iniciar la larga y compleja tarea de cerrar las brechas y transformarse gradualmente en un país desarrollado. Pero necesitamos, primero, un Estado eficaz, como lo subraya en la introducción de su libro Enrique Peña Nieto. Segundo, necesitamos instituciones fuertes, eficientes y confiables, como lo subraya el reciente libro “Por qué Fracasan las Naciones”. Finalmente, necesitamos aprender a construir consensos políticos basados en la evidencia objetiva, científica, medible y comparable internacionalmente, como procuramos hacerlo en la OCDE.
Hoy están dadas las condiciones para detonar ese proceso. Se nos acabó el tiempo y se nos acabaron los pretextos. Pero estamos listos para trabajar con y para usted Señor Presidente Electo a fin de identificar y eliminar los obstáculos a este noble emprendimiento, y diseñar, promover y poner en práctica las mejores políticas para una vida mejor.
Muchas gracias".
*Mexique: Visite du Président élu Enrique Peña Nieto à l'OCDE*
http://mexicoworldwide.blogspot.fr/2012/10/mexique-visite-du-president-elu-enrique.html
http://www.oecd.org/mexico/Mexico%202012%20FINALES%20SEP%20eBook.pdf
Palabras de Angel Gurría, Secretario General de la OCDE
11 de septiembre de 2012, México DF, México
(Texto preparado para la entrega)
"Señor Presidente Electo, Señores Miembros del Equipo de Transición, Señoras y Señores:
Antes que nada, deseo felicitar al Lic. Enrique Peña Nieto y a todo su equipo de campaña por su triunfo en las elecciones presidenciales más concurridas y observadas de la historia del paí
Quiero también felicitar al Instituto Federal Electoral, al Tribunal Federal Electoral, y a todos los ciudadanos que participaron en estas elecciones, tanto en las casillas como con su voto. Una vez más, el país ha confirmado su vocación democrática. Una vez más, se respetó la voluntad popular.
Las campañas político-electorales subrayan las diferencias. Hoy es momento de enfocarse en las coincidencias. En campaña se denuncian, se descalifican y se descartan las propuestas divergentes. Hoy es momento de buscar las convergencias, de identificar e incorporar las mejores propuestas a un solo proyecto común. En campaña se crean realidades virtuales, mundos ideales en que todo encaja. Pero cada candidato crea el suyo propio y ante el electorado parecen irreconciliables entre sí. Hoy es momento de reconocer que la realidad es más necia, más compleja, que no hay mundos ideales, y que en la construcción del mejor mundo posible hay espacio para todos, todos tienen un papel que jugar y todos se beneficiarán de los resultados.
Angel Gurría, 11 de septiembre de 2012, México D
Ahora es el momento de pensar en México. Es el momento de la construcción. Es el momento de cerrar filas alrededor del Presidente Electo y su proyecto de gobierno, por el bien de todos los mexicanos; como lo destacó el propio Presidente de la República hace pocos días.
Por eso estamos aquí. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), ha sido un aliado estratégico de México durante los pasados 18 años.
Desde hace seis años, en que yo ocupo el cargo de Secretario General de la OCDE, hemos acelerado, ampliado y profundizado nuestra cooperación. No solamente por que México es mi país y porque lo conozco bien, sino sobre todo porque México es el país de menor desarrollo relativo y con las mayores desigualdades de la OCDE, y por lo tanto tiene mayor urgencia de alcanzar a los otros países de la Organización.
Hoy estamos aquí reunidos para dar inicio a una nueva fase en esta relación entre México y la OCDE. Con la firma de esta Declaración de Intenciones, queremos iniciar una colaboración más cercana y más efectiva, una nueva asociación estratégica. Tanto el Presidente Electo Peña como yo, estamos convencidos de que la cooperación entre México y la OCDE tiene un potencial enorme.
Estamos seguros de que México se encuentra frente a una oportunidad histórica para dar un salto cualitativo al desarrollo. Y sabemos que el apoyo de la OCDE, con sus 51 años de experiencia de gobierno, puede jugar un papel decisivo en el diseño, promoción y puesta en práctica de los cambios y las políticas que el país necesita.
Como primer paso en esta nueva fase de colaboración, hemos elaborado un diagnóstico de los principales retos que enfrenta México y de las políticas más eficaces para abordar dichos retos. El resultado de este esfuerzo, que movilizó durante varios meses a todas las áreas de nuestra Organización, es el presente documento México:Mejores Políticas para un desarrollo Incluyente, que entrego en este momento al Presidente Electo.
Este es un ejercicio que hacemos no sólo con México, sino con los países que requieren de nuestra ayuda para impulsar reformas importantes, en particular en momentos de transición. Por ejemplo, con Italia, en donde el Primer Ministro Monti nos pidió que ayudásemos al diseño y evaluación de sus reformas; con Japón, donde apoyamos al Primer Ministro Noda para la aprobación de la reforma fiscal; con Francia, en dónde el Presidente Hollande nos ha pedido que apoyemos las acciones para incrementar la competitividad; o con Eslovenia, en donde estamos trabajando en el diseño de las reformas en materia laboral, de pensiones, de banca y de empresas públicas.
Compartir con los líderes de cada país las mejores prácticas en los temas cruciales es parte fundamental de nuestra misión. Es una función que ha cobrado un valor añadido en este momento en el que los gobiernos enfrentan desafíos complejísimos y en el que muchas de las soluciones a dichos desafíos requieren tanto de un análisis técnico riguroso como de mayor cooperación multilateral. Por ello la OCDE también brinda este tipo de apoyo el contexto del G20.
Nos sentimos muy honrados de poder trabajar con el nuevo gobierno de México desde esta etapa de transición. Nos entusiasma y nos honra que el Presidente Electo, reconozca el valor y la utilidad de la OCDE y que nos haya solicitado este apoyo, depositando su confianza en nuestra Organización. Ello representa para nosotros una gran responsabilidad que asumiremos con el mayor compromiso.
El documento que hoy les estamos entregando es el preludio de un estudio más detallado que realizaremos en los próximos meses sobre los temas que el Presidente Electo y su Equipo de Transición señalen como áreas prioritarias. Dicho documento ¾ parte de la serie Getting it Right ¾ será entregado al gobierno entrante al inicio de sus funciones y servirá de base para la celebración de un Foro de debate entre expertos nacionales y de otros países e instituciones, miembros del nuevo gobierno y representantes empresariales, sindicales, de la sociedad civil, académicos y de estados y municipios, que tendrá lugar en enero de 2013 en la Ciudad de México.
La idea es que este Foro, que estamos organizando con otras organizaciones internacionales, contribuya a enriquecer el debate sobre la agenda de reformas del nuevo gobierno y sirva de insumo para el diseño del Plan Nacional de Desarrollo (PND) y del Programa Nacional de Financiamiento al Desarrollo (PRONAFIDE).
¿De qué temas estamos hablando en esa agenda de reformas? En la OCDE nuestra apuesta es que si avanzamos en tres ejes paralelos: las reformas estructurales, la política social y el crecimiento verde, México puede lograr un crecimiento más fuerte, más limpio y más justo.
El papel de la OCDE es identificar, analizar y cuantificar los rezagos y desafíos de los países y el grado de efectividad de sus políticas públicas, calibrar sus avances, presentar las mejores prácticas y ayudarles a diseñar, promover e implementar reformas. Por ello nos congratulamos que el próximo gobierno de México reconozca, aún desde antes de tomar posesión, esta urgente necesidad de cambios en el país y que se apoye en la OCDE para impulsarlos.
La nueva administración recibirá una economía creciendo al 3.5% y relativamente estable, con un déficit modesto y a la baja, una deuda pública total manejable, un sistema financiero bien capitalizado, regulado y supervisado, con flujos importantes de IED y una inflación bajo control. La tasa de desempleo, si bien ha crecido en los últimos años, sigue siendo una de las más bajas de la OCDE.
Sin embargo, esta estabilidad macroeconómica no es suficiente para lograr un desarrollo sostenido e incluyente. Ya hace rato que gozamos de estabilidad macroeconómica pero México sigue teniendo más de 50 millones de pobres y las desigualdades más grandes entre los países de la OCDE. Nuestro sistema fiscal y de seguridad social no son suficientemente robustos como para compensar estos desequilibrios.
Esto tiene que cambiar. México tiene con qué y puede convertirse en un país más equilibrado, más incluyente, más exitoso. Nuestro país tiene muchas fortalezas que debe aprovechar para liberar el crecimiento: además de la solidez macroeconómica, tenemos abundantes recursos naturales, una población joven y dinámica, un alto grado de apertura comercial, y la ventaja de compartir una extensa frontera con la mayor economía del mundo.
No obstante, aún persisten importantes cuellos de botella que nos impiden aprovechar al máximo estos grandes activos y elevar nuestra productividad. La baja productividad se ha convertido en una de las principales causas de la brecha de ingresos entre México y los países de la OCDE. Si bien la productividad laboral se ha incrementado desde la mitad de la década de los 90s, su crecimiento ha sido de alrededor de la mitad del promedio de la OCDE. Más grave aún, la productividad multifactorial ha sido negativa en los últimos años. Así no podemos aspirar a emparejarnos con los países más desarrollados, ni siquiera a competir con los otros emergentes.
A México le urge incrementar su productividad y su competitividad. Esto requiere de acuerdos políticos de gran alcance que pongan fin a la influencia de los poderes fácticos y que permitan que las reformas no sólo se negocien y se legislen, sino que además, nos aseguremos de que rindan los frutos previstos.
Como se menciona en este documento, a México le urge construir un sistema fiscal moderno, ágil y redistributivo; una red de protección social robusta y funcional; un sistema educativo de vanguardia; un proceso presupuestario enfocado en los resultados de largo plazo; un estado de derecho eficaz y confiable; una nueva ley laboral, moderna e incluyente; un conjunto de reglamentos e incentivos que promuevan la competencia; un sistema nacional de innovación que estimule el crecimiento por la vía del conocimiento; una estrategia de crecimiento verde; un plan energético con una visión intergeneracional; un sistema de salud sostenible y de calidad; y mejores instrumentos para medir el bienestar de los mexicanos.
Estos son algunos de los retos que debemos abordar urgentemente para poder iniciar un sprint de convergencia hacia los estándares de vida de los países más avanzados. Y ello requiere de reformas de fondo.
La reciente presentación de la iniciativa de reforma laboral por parte del Ejecutivo es una muy buena noticia. Nos gustaría pensar que contará con el apoyo del Presidente Electo y los legisladores de todos los partidos. En la OCDE hemos seguido de cerca la evolución de esta reforma y sabemos que su aprobación no sólo equipará a México con un marco laboral moderno que le permitirá generar más y mejores empleos, sino que también inyectará confianza en el futuro del país; será una señal, un lenguaje, un mensaje fuerte y claro del nuevo rumbo de México.
Ello por supuesto siempre y cuando se mantengan “los dientes” y la calidad de la legislación resultante.
Señor Presidente Electo, Señoras y Señores:
Nuestro querido México es un país de paradojas. Los mexicanos somos los que más tiempo dedicamos al trabajo entre los países de la OCDE, pero tenemos la productividad más baja. Somos el país de la OCDE que más recursos respecto al PIB dedica a la educación y tenemos el peor desempeño escolar. Tenemos los programas de combate a la pobreza más eficaces y respetados pero tenemos más de 50 millones de pobres.
Llegó la hora de salir de la mediocridad de la media tabla. México puede iniciar la larga y compleja tarea de cerrar las brechas y transformarse gradualmente en un país desarrollado. Pero necesitamos, primero, un Estado eficaz, como lo subraya en la introducción de su libro Enrique Peña Nieto. Segundo, necesitamos instituciones fuertes, eficientes y confiables, como lo subraya el reciente libro “Por qué Fracasan las Naciones”. Finalmente, necesitamos aprender a construir consensos políticos basados en la evidencia objetiva, científica, medible y comparable internacionalmente, como procuramos hacerlo en la OCDE.
Hoy están dadas las condiciones para detonar ese proceso. Se nos acabó el tiempo y se nos acabaron los pretextos. Pero estamos listos para trabajar con y para usted Señor Presidente Electo a fin de identificar y eliminar los obstáculos a este noble emprendimiento, y diseñar, promover y poner en práctica las mejores políticas para una vida mejor.
Muchas gracias".
*Mexique: Visite du Président élu Enrique Peña Nieto à l'OCDE*
http://mexicoworldwide.blogspot.fr/2012/10/mexique-visite-du-president-elu-enrique.html
México: Políticas para un Desarrollo Incluyente
http://www.oecd.org/mexico/Mexico%202012%20FINALES%20SEP%20eBook.pdf
Bien à vous,
@MorganeBravo
Miembro de la Red de Talentos Mexicanos en el Exterior
Capítulo Francia
Responsable Antena Paris &
Responsable del sector estratégico de Ciencias Sociales a nivel Europeo
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